Aunque en el mundo católico se haga esa diferenciación entre ídolo e imagen, entre adorar y venerar, la Biblia es muy clara; al respecto no deja lugar a dudas.
Tanto Éxodo como Deuteronomio nos dicen: "No te harás imagen... de nada". Este es el Primer Mandamiento. La mayoría de los católicos no lo conoce completo, tal cual se encuentra en las Escrituras.

Este es el Primer Mandamiento que, de acuerdo a la Biblia, Dios dio al hombre a través de Moisés. El Primer Mandamiento, en Éxodo, nos dice: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos" (Éxodo 20: 2-6.).
“Maldito sea el hombre que hace un ídolo fundido o esculpido, cosa odiosa a Yavé, obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar de culto” (Deuteronomio 27:15)
Dios declara en Deuteronomio: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás..." (Deuteronomio 5: 6-9). En Éxodo se utilizan las palabras imagen y honrarás y en Deuteronomio las palabras escultura y servirás, por lo demás el texto es el mismo. El mandamiento es contundente.
La jerarquía de la Iglesia católica falseó el Decálogo bíblico eliminando el mandamiento que prohibe la idolatría, para rentabilizar el culto a las imágenes de Jesús, la Virgen y los santos. Lo fundamental de la cuestión es que los propios redactores de la Biblia catalogaron las prácticas de dar culto a imágenes como 'necedad', 'vanidad' e 'ignorancia' y el propio Dios en el que creen los católicos las prohibió terminantemente en su primer mandamiento... ese que eliminó la Iglesia Católica. Y sus seguidores no se han dado cuenta, o no quieren darse cuenta o, lo que es mas grave, se han dado cuenta y no les importa desobedecer al Dios en el que dicen creer, al seguir haciéndose imágenes y venerándolas.

El primer mandamiento no es la única referencia bíblica en torno a las imágenes y los ídolos. A lo largo de toda la Biblia encontramos diversas referencias que se oponen a la veneración de imágenes o ídolos:
"Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían" (Salmos 135: 15-18).
"Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Yavé habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra" (Deuteronomio 4:15-16).
Incluso el Libro de Baruc, el cual no aparece en muchas Biblias por tratarse un libro histórico, cita lo siguiente:
"Ahora vais a ver en Babilonia dioses de plata, de oro y de madera, que son llevados a hombros y que infunden temor a los gentiles. Estad alerta, no hagáis vosotros también como los extranjeros de modo que os entre temor de esos dioses, cuando veáis la turba delante y detrás de ellos adorándoles. Decid entonces en vuestro interior: 'A ti solo se debe adoración, Señor'. Pues mi ángel está con vosotros: él tiene cuidado de vuestras vidas. Porque la lengua de esos dioses ha sido limada por un artesano, y ellos, por muy dorados y plateados que estén, son falsos y no pueden hablar. Los adornan también con vestidos como si fuesen hombres, a esos dioses de plata, oro y madera; pero estos no se libran ni de la roña ni de los gusanos. Han sido fabricados por artesanos y orfebres, y no son otra cosa que lo que sus artífices quieren que sean. ¿Cómo, pues, no darse cuenta de que no son dioses los que no pueden salvarse a sí mismos de la guerra ni de las calamidades? No siendo otra cosa que madera dorada y plateada, se reconocerá más tarde que no son más que mentira." (Baruc 6:3-7, 10, 45, 49-50).

Adorar o venerar, tener o no imágenes, guardar o no guardar los mandamientos, obedecer o no la palabra de Dios, es o no es la Biblia palabra de Dios, ser católico o ser cristiano, ser cristiano o no, pueden plantearse como dilemas. Cada cual deberá sacar sus propias conclusiones y decidir. Lo importante es hacerlo a partir del conocimiento y no de la invención, la tradición o la costumbre y aquel que tenga dudas, que corrobore las referencias bíblicas aquí anotadas y estudie el tema y la Biblia. Lo importante es conocer para creer y no creer sin conocer.
Tanto Éxodo como Deuteronomio nos dicen: "No te harás imagen... de nada". Este es el Primer Mandamiento. La mayoría de los católicos no lo conoce completo, tal cual se encuentra en las Escrituras.

Este es el Primer Mandamiento que, de acuerdo a la Biblia, Dios dio al hombre a través de Moisés. El Primer Mandamiento, en Éxodo, nos dice: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos" (Éxodo 20: 2-6.).
“Maldito sea el hombre que hace un ídolo fundido o esculpido, cosa odiosa a Yavé, obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar de culto” (Deuteronomio 27:15)
Dios declara en Deuteronomio: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás..." (Deuteronomio 5: 6-9). En Éxodo se utilizan las palabras imagen y honrarás y en Deuteronomio las palabras escultura y servirás, por lo demás el texto es el mismo. El mandamiento es contundente.
La jerarquía de la Iglesia católica falseó el Decálogo bíblico eliminando el mandamiento que prohibe la idolatría, para rentabilizar el culto a las imágenes de Jesús, la Virgen y los santos. Lo fundamental de la cuestión es que los propios redactores de la Biblia catalogaron las prácticas de dar culto a imágenes como 'necedad', 'vanidad' e 'ignorancia' y el propio Dios en el que creen los católicos las prohibió terminantemente en su primer mandamiento... ese que eliminó la Iglesia Católica. Y sus seguidores no se han dado cuenta, o no quieren darse cuenta o, lo que es mas grave, se han dado cuenta y no les importa desobedecer al Dios en el que dicen creer, al seguir haciéndose imágenes y venerándolas.

El primer mandamiento no es la única referencia bíblica en torno a las imágenes y los ídolos. A lo largo de toda la Biblia encontramos diversas referencias que se oponen a la veneración de imágenes o ídolos:
"Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían" (Salmos 135: 15-18).
"Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Yavé habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra" (Deuteronomio 4:15-16).
Incluso el Libro de Baruc, el cual no aparece en muchas Biblias por tratarse un libro histórico, cita lo siguiente:
"Ahora vais a ver en Babilonia dioses de plata, de oro y de madera, que son llevados a hombros y que infunden temor a los gentiles. Estad alerta, no hagáis vosotros también como los extranjeros de modo que os entre temor de esos dioses, cuando veáis la turba delante y detrás de ellos adorándoles. Decid entonces en vuestro interior: 'A ti solo se debe adoración, Señor'. Pues mi ángel está con vosotros: él tiene cuidado de vuestras vidas. Porque la lengua de esos dioses ha sido limada por un artesano, y ellos, por muy dorados y plateados que estén, son falsos y no pueden hablar. Los adornan también con vestidos como si fuesen hombres, a esos dioses de plata, oro y madera; pero estos no se libran ni de la roña ni de los gusanos. Han sido fabricados por artesanos y orfebres, y no son otra cosa que lo que sus artífices quieren que sean. ¿Cómo, pues, no darse cuenta de que no son dioses los que no pueden salvarse a sí mismos de la guerra ni de las calamidades? No siendo otra cosa que madera dorada y plateada, se reconocerá más tarde que no son más que mentira." (Baruc 6:3-7, 10, 45, 49-50).

Conclusión.
Adorar o venerar, tener o no imágenes, guardar o no guardar los mandamientos, obedecer o no la palabra de Dios, es o no es la Biblia palabra de Dios, ser católico o ser cristiano, ser cristiano o no, pueden plantearse como dilemas. Cada cual deberá sacar sus propias conclusiones y decidir. Lo importante es hacerlo a partir del conocimiento y no de la invención, la tradición o la costumbre y aquel que tenga dudas, que corrobore las referencias bíblicas aquí anotadas y estudie el tema y la Biblia. Lo importante es conocer para creer y no creer sin conocer.
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