El bautismo de niños es una de las doctrinas más críticas de la Iglesia Católica, veamos lo que establece el Catecismo Romano:

"Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo para ser librados del poder de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios, a la que todos los hombres están llamados. La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento" (p. 358, #1250).
El Catecismo nos indica dónde se originó esta doctrina fundamental:
"La práctica de bautizar a los niños pequeños es una tradición inmemorial de la Iglesia. Está atestiguada explícitamente desde el siglo II" (p. 359, #1252 ).
Aquí el Catecismo admite que esta doctrina no está basada en las Escrituras. Es una tradición hecha por hombres. Al respecto, la advertencia de Pablo es muy oportuna:
"Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo".
Colosenses 2:8

Esta práctica perturba en especial porque la Biblia no registra ni un solo caso en que un niño haya sido bautizado. Por el contrario, en cada ocasión en que se menciona el bautismo, quienes participan son personas con edad suficiente para escuchar y recibir el evangelio.
A través de la Biblia vemos que el bautismo siempre siguió a la salvación. El etíope eunuco, quien fue guiado por Felipe para creer en Cristo y ser salvo, era adulto cuando fue bautizado:
"Y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó".
Hechos 8:38
Otros fueron bautizados después que creyeron:
"Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados".
Hechos 18:8
Cuando la gente aceptaba el llamado de Juan el Bautista al arrepentimiento, ellos "eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados".
Mateo 3:6
Es obvio que los recién nacidos no podían arrepentirse, creer, ni confesar sus pecados. Por tanto, nunca podrían estar capacitados para ser bautizados como enseña la Biblia.
Cuando el carcelero que custodiaba al apóstol Pablo en Filipos le preguntó: "¿Qué debo hacer para ser salvo?" (Hechos 16:30), Pablo respondió: "Cree en el Señor Jesucristo" (v. 31). Después que el carcelero creyó, Pablo lo bautizó (v. 33).
Cuando Pedro predicó en Hechos 2:
"... los que recibieron su palabra fue-ron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas".
Hechos 2:41
Cuando Felipe predicó a la gente de Samaria, hombres y mujeres fueron bautizados, pero no se indica que bautizaron a bebés:
"Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres".
Hechos 8:12
Si la Biblia es explícita al mostrar que sólo deben ser bautizados quienes tienen edad suficiente para oír y recibir la Palabra de Dios, ¿POR QUÉ el catolicismo demanda que los bebés recién nacidos sean bautizados? ¿Será acaso para que las personas estén sujetas a la iglesia casi inmediatamente después de nacer? Usted debe tomar una decisión al respecto en su corazón.
Cuando usted fue bautizado siendo bebé, ¿fue realmente bautizado, o sólo le rociaron un poco de agua? Esto depende de cuál posición desea creer —la Palabra de Dios o las tradiciones de hombres. Por favor, tenga en mente las palabras que Jesús pronunció ante los líderes religiosos de su época:
"Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición".
Marcos 7:9
Fuentes:
La Biblia.
Catecismo Apostolico Romano.
Conozcamos el Catolicismo Romano.

"Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo para ser librados del poder de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios, a la que todos los hombres están llamados. La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento" (p. 358, #1250).
El Catecismo nos indica dónde se originó esta doctrina fundamental:
"La práctica de bautizar a los niños pequeños es una tradición inmemorial de la Iglesia. Está atestiguada explícitamente desde el siglo II" (p. 359, #1252 ).
Aquí el Catecismo admite que esta doctrina no está basada en las Escrituras. Es una tradición hecha por hombres. Al respecto, la advertencia de Pablo es muy oportuna:
"Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo".
Colosenses 2:8
El Bautismo en la Biblia.

Esta práctica perturba en especial porque la Biblia no registra ni un solo caso en que un niño haya sido bautizado. Por el contrario, en cada ocasión en que se menciona el bautismo, quienes participan son personas con edad suficiente para escuchar y recibir el evangelio.
A través de la Biblia vemos que el bautismo siempre siguió a la salvación. El etíope eunuco, quien fue guiado por Felipe para creer en Cristo y ser salvo, era adulto cuando fue bautizado:
"Y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó".
Hechos 8:38
Otros fueron bautizados después que creyeron:
"Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados".
Hechos 18:8
Cuando la gente aceptaba el llamado de Juan el Bautista al arrepentimiento, ellos "eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados".
Mateo 3:6
Es obvio que los recién nacidos no podían arrepentirse, creer, ni confesar sus pecados. Por tanto, nunca podrían estar capacitados para ser bautizados como enseña la Biblia.
El carcelero de Filipos.
Cuando el carcelero que custodiaba al apóstol Pablo en Filipos le preguntó: "¿Qué debo hacer para ser salvo?" (Hechos 16:30), Pablo respondió: "Cree en el Señor Jesucristo" (v. 31). Después que el carcelero creyó, Pablo lo bautizó (v. 33).
Cuando Pedro predicó en Hechos 2:
"... los que recibieron su palabra fue-ron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas".
Hechos 2:41
Cuando Felipe predicó a la gente de Samaria, hombres y mujeres fueron bautizados, pero no se indica que bautizaron a bebés:
"Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres".
Hechos 8:12
Si la Biblia es explícita al mostrar que sólo deben ser bautizados quienes tienen edad suficiente para oír y recibir la Palabra de Dios, ¿POR QUÉ el catolicismo demanda que los bebés recién nacidos sean bautizados? ¿Será acaso para que las personas estén sujetas a la iglesia casi inmediatamente después de nacer? Usted debe tomar una decisión al respecto en su corazón.
Conclusión.
Cuando usted fue bautizado siendo bebé, ¿fue realmente bautizado, o sólo le rociaron un poco de agua? Esto depende de cuál posición desea creer —la Palabra de Dios o las tradiciones de hombres. Por favor, tenga en mente las palabras que Jesús pronunció ante los líderes religiosos de su época:
"Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición".
Marcos 7:9
Fuentes:
La Biblia.
Catecismo Apostolico Romano.
Conozcamos el Catolicismo Romano.
Aunque en el mundo católico se haga esa diferenciación entre ídolo e imagen, entre adorar y venerar, la Biblia es muy clara; al respecto no deja lugar a dudas.
Tanto Éxodo como Deuteronomio nos dicen: "No te harás imagen... de nada". Este es el Primer Mandamiento. La mayoría de los católicos no lo conoce completo, tal cual se encuentra en las Escrituras.

Este es el Primer Mandamiento que, de acuerdo a la Biblia, Dios dio al hombre a través de Moisés. El Primer Mandamiento, en Éxodo, nos dice: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos" (Éxodo 20: 2-6.).
“Maldito sea el hombre que hace un ídolo fundido o esculpido, cosa odiosa a Yavé, obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar de culto” (Deuteronomio 27:15)
Dios declara en Deuteronomio: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás..." (Deuteronomio 5: 6-9). En Éxodo se utilizan las palabras imagen y honrarás y en Deuteronomio las palabras escultura y servirás, por lo demás el texto es el mismo. El mandamiento es contundente.
La jerarquía de la Iglesia católica falseó el Decálogo bíblico eliminando el mandamiento que prohibe la idolatría, para rentabilizar el culto a las imágenes de Jesús, la Virgen y los santos. Lo fundamental de la cuestión es que los propios redactores de la Biblia catalogaron las prácticas de dar culto a imágenes como 'necedad', 'vanidad' e 'ignorancia' y el propio Dios en el que creen los católicos las prohibió terminantemente en su primer mandamiento... ese que eliminó la Iglesia Católica. Y sus seguidores no se han dado cuenta, o no quieren darse cuenta o, lo que es mas grave, se han dado cuenta y no les importa desobedecer al Dios en el que dicen creer, al seguir haciéndose imágenes y venerándolas.

El primer mandamiento no es la única referencia bíblica en torno a las imágenes y los ídolos. A lo largo de toda la Biblia encontramos diversas referencias que se oponen a la veneración de imágenes o ídolos:
"Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían" (Salmos 135: 15-18).
"Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Yavé habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra" (Deuteronomio 4:15-16).
Incluso el Libro de Baruc, el cual no aparece en muchas Biblias por tratarse un libro histórico, cita lo siguiente:
"Ahora vais a ver en Babilonia dioses de plata, de oro y de madera, que son llevados a hombros y que infunden temor a los gentiles. Estad alerta, no hagáis vosotros también como los extranjeros de modo que os entre temor de esos dioses, cuando veáis la turba delante y detrás de ellos adorándoles. Decid entonces en vuestro interior: 'A ti solo se debe adoración, Señor'. Pues mi ángel está con vosotros: él tiene cuidado de vuestras vidas. Porque la lengua de esos dioses ha sido limada por un artesano, y ellos, por muy dorados y plateados que estén, son falsos y no pueden hablar. Los adornan también con vestidos como si fuesen hombres, a esos dioses de plata, oro y madera; pero estos no se libran ni de la roña ni de los gusanos. Han sido fabricados por artesanos y orfebres, y no son otra cosa que lo que sus artífices quieren que sean. ¿Cómo, pues, no darse cuenta de que no son dioses los que no pueden salvarse a sí mismos de la guerra ni de las calamidades? No siendo otra cosa que madera dorada y plateada, se reconocerá más tarde que no son más que mentira." (Baruc 6:3-7, 10, 45, 49-50).

Adorar o venerar, tener o no imágenes, guardar o no guardar los mandamientos, obedecer o no la palabra de Dios, es o no es la Biblia palabra de Dios, ser católico o ser cristiano, ser cristiano o no, pueden plantearse como dilemas. Cada cual deberá sacar sus propias conclusiones y decidir. Lo importante es hacerlo a partir del conocimiento y no de la invención, la tradición o la costumbre y aquel que tenga dudas, que corrobore las referencias bíblicas aquí anotadas y estudie el tema y la Biblia. Lo importante es conocer para creer y no creer sin conocer.
Tanto Éxodo como Deuteronomio nos dicen: "No te harás imagen... de nada". Este es el Primer Mandamiento. La mayoría de los católicos no lo conoce completo, tal cual se encuentra en las Escrituras.

Este es el Primer Mandamiento que, de acuerdo a la Biblia, Dios dio al hombre a través de Moisés. El Primer Mandamiento, en Éxodo, nos dice: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos" (Éxodo 20: 2-6.).
“Maldito sea el hombre que hace un ídolo fundido o esculpido, cosa odiosa a Yavé, obra de manos de artífice, y lo coloca en un lugar de culto” (Deuteronomio 27:15)
Dios declara en Deuteronomio: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás..." (Deuteronomio 5: 6-9). En Éxodo se utilizan las palabras imagen y honrarás y en Deuteronomio las palabras escultura y servirás, por lo demás el texto es el mismo. El mandamiento es contundente.
La jerarquía de la Iglesia católica falseó el Decálogo bíblico eliminando el mandamiento que prohibe la idolatría, para rentabilizar el culto a las imágenes de Jesús, la Virgen y los santos. Lo fundamental de la cuestión es que los propios redactores de la Biblia catalogaron las prácticas de dar culto a imágenes como 'necedad', 'vanidad' e 'ignorancia' y el propio Dios en el que creen los católicos las prohibió terminantemente en su primer mandamiento... ese que eliminó la Iglesia Católica. Y sus seguidores no se han dado cuenta, o no quieren darse cuenta o, lo que es mas grave, se han dado cuenta y no les importa desobedecer al Dios en el que dicen creer, al seguir haciéndose imágenes y venerándolas.

El primer mandamiento no es la única referencia bíblica en torno a las imágenes y los ídolos. A lo largo de toda la Biblia encontramos diversas referencias que se oponen a la veneración de imágenes o ídolos:
"Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían" (Salmos 135: 15-18).
"Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Yavé habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra" (Deuteronomio 4:15-16).
Incluso el Libro de Baruc, el cual no aparece en muchas Biblias por tratarse un libro histórico, cita lo siguiente:
"Ahora vais a ver en Babilonia dioses de plata, de oro y de madera, que son llevados a hombros y que infunden temor a los gentiles. Estad alerta, no hagáis vosotros también como los extranjeros de modo que os entre temor de esos dioses, cuando veáis la turba delante y detrás de ellos adorándoles. Decid entonces en vuestro interior: 'A ti solo se debe adoración, Señor'. Pues mi ángel está con vosotros: él tiene cuidado de vuestras vidas. Porque la lengua de esos dioses ha sido limada por un artesano, y ellos, por muy dorados y plateados que estén, son falsos y no pueden hablar. Los adornan también con vestidos como si fuesen hombres, a esos dioses de plata, oro y madera; pero estos no se libran ni de la roña ni de los gusanos. Han sido fabricados por artesanos y orfebres, y no son otra cosa que lo que sus artífices quieren que sean. ¿Cómo, pues, no darse cuenta de que no son dioses los que no pueden salvarse a sí mismos de la guerra ni de las calamidades? No siendo otra cosa que madera dorada y plateada, se reconocerá más tarde que no son más que mentira." (Baruc 6:3-7, 10, 45, 49-50).

Conclusión.
Adorar o venerar, tener o no imágenes, guardar o no guardar los mandamientos, obedecer o no la palabra de Dios, es o no es la Biblia palabra de Dios, ser católico o ser cristiano, ser cristiano o no, pueden plantearse como dilemas. Cada cual deberá sacar sus propias conclusiones y decidir. Lo importante es hacerlo a partir del conocimiento y no de la invención, la tradición o la costumbre y aquel que tenga dudas, que corrobore las referencias bíblicas aquí anotadas y estudie el tema y la Biblia. Lo importante es conocer para creer y no creer sin conocer.
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